Aunque a simple vista pueda parecer que la conserva y la semiconserva son iguales, lo cierto es que no lo son. Tanto las conservas como las semiconservas son alimentos procesados, aunque hay diferencias importantes entre las propiedades de ambos tipos de conservación, que deben conocerse para consumir los productos de manera adecuada.
Es importante saber diferenciar entre estos dos tipos de alimentos envasados, ya que no tienen las mismas características y no siguen los mismos procesos de conservación, por lo que su consumo también debe ser distinto.
CLAVES PARA DIFERENCIAR CONSERVA DE SEMICONSERVA
La principal diferencia entre conserva y semiconserva es el tratamiento previo a su envasado.
En el caso de las conservas, éstas no tienen fecha de caducidad porque el tratamiento térmico que reciben destruye los microorganismos que puedan existir.
Las semiconservas no reciben este tratamiento de esterilización, sino un proceso diferente, denominado estabilización de los alimentos, por lo que deben consumirse en un plazo corto de tiempo ya que no son productos esterilizados.
LAS CONSERVAS
Las conservas son productos envasados en recipientes herméticamente cerrados. Los productos en conserva son sometidos a un tratamiento de esterilización, con el objetivo de que los alimentos sean aptos para el consumo a lo largo del tiempo.
Para ello se les aplica un tratamiento térmico que destruye los microorganismos que puedan dañar y estropear los alimentos.
LAS SEMICONSERVAS
A diferencia de las conservas, las semiconservas no reciben estos tratamientos. Son productos envasados en recipientes impermeables, que reciben un proceso de estabilización. Dicho proceso es largo, ya que las transformaciones en los alimentos por los procesos de ahumado, salado y secado tardan en madurar.
Las semiconservas pueden ser en aceite, en escabeche o al natural, lo cual es importante para determinar el valor energético de los productos, algo esencial a tener en cuenta a la hora de consumirlos.
DIFERENTES PROCESOS DE ESTERILIZACIÓN
En el caso de las conservas, el proceso de esterilización que se sigue para los alimentos consiste en someterlos a una temperatura determinada durante un tiempo específico, en función del tipo de alimento que queramos esterilizar.
Podemos diferenciar tres procesos principales de estabilizar los alimentos que dan lugar a tres tipos de semiconservas. Todos ellos consisten en eliminar el agua o parte del agua de los alimentos, y son el ahumado, el salado y el secado.
Respecto al ahumado, el proceso al que se somete a los alimentos es aplicar sobre los mismos calor, que parte de una fuente de humo de maderas con poca resina, lo cual además aporta sabor ahumado al producto.
La salazón o proceso de salado es un modo de conservación de alimentos que consiste en cubrir los alimentos con sal, de forma que se produzca una deshidratación parcial de los mismos. La salazón es un proceso que, además de eliminar el agua, potencia el sabor de los alimentos. El proceso de salado es más duradero, ya que los alimentos tienen que reposar durante la maduración.
El proceso de secado es un tratamiento que se realiza a los alimentos con el objetivo de eliminar el agua de los mismos. Este proceso se lleva a cabo para evitar la aparición de microorganismos perjudiciales para el consumo humano.
¿CÓMO LAS DEBEMOS ALMACENAR?
También existe una diferencia clave entre la manera de almacenar los productos en conserva y los productos en semiconserva.
Las conservas contienen alimentos esterilizados, y dicha esterilización impide la proliferación de microorganismos. Por ello, estos productos pueden almacenarse a temperatura ambiente durante mucho tiempo sin estropearse. Sin embargo, una vez abiertas, las conservas se deben mantener refrigeradas.
En cuanto a las semiconservas, éstas no tienen alimentos esterilizados, por lo que los productos, además de consumirse en un periodo más corto de tiempo, deben mantenerse refrigerados incluso antes de abrirlos. Necesitan una conservación a baja temperatura y ser consumidos en función de la fecha de caducidad indicada en el envase.
CONSUMO DE CONSERVAS Y SEMICONSERVAS
El consumo de productos en conserva y semiconserva es común y recomendado a la hora de mantener una dieta equilibrada, siempre que no se abuse de las conservas con exceso de aceite o sal. Además, son alimentos muy fáciles de consumir, por lo que son muy válidos en caso de no tener mucho tiempo para cocinar.
Las conservas de pescado, como la del atún claro, son una conserva saludable, ya que no contiene elevadas cantidades de azúcar, y su nivel calórico es bajo.
En Tienda Consorcio disponemos de las mejores conservas gourmet para incluir en una dieta saludable.