Con las pistas adecuadas es posible saber si una conserva está en mal estado.
Tendemos a pensar que una conserva es eterna, que su contenido se mantendrá intacto después de mucho tiempo y hay ocasiones en las que esto no sucede.
Si bien es verdad que las conservas de calidad se mantienen durante mucho tiempo, pero todo tiene su fecha de caducidad.
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ESTADO DEL ENVASE
Las latas de conservas se componen normalmente de dos piezas: el contenedor y la tapa que se sella de manera hermética para que no se escape el producto.
Los tarros de vidrio también cuentan con una tapa de rosca hermética. Sin embargo, estas se cierran con un proceso de calor extremo que provoca el vacío en el interior, haciendo imposible que los microorganismos penetren y contaminen el alimento.
El primer rasgo que define una conserva sospechosa es que la integridad de su envase esté comprometida.
Es decir, debemos de rechazar todas aquellas latas que se encuentren abolladas, oxidadas o que al presionar su tapa cedan y luego vuelvan a su posición inicial.
Además, las latas que estén hinchadas también pueden resultar peligrosas por dos motivos: el primero es que el contenido se haya congelado y haya aumentando su volumen rompiendo el sello de la lata y el segundo es que la hinchazón se deba a la acción de una bacteria.
SONIDO AL ABRIR LA CONSERVA
En el caso de los tarros de vidrio, se deben de rechazar todos aquellos que al desenroscar su tapa o emitan un sonido muy similar al de una ventosa al separarse de una superficie.
Si al abrir una lata o un tarro el contenido estalla hacia el exterior o se oye una especie de silbido, debemos desechar estas conservas. Puede estar contaminada por bacterias anaerobias que generan una serie de reacciones químicas en el interior de los envases dando lugar a la formación de gases.
ASPECTO INTERIOR
En cuanto al interior, si al abrir la lata o los tarros observamos espuma o burbujas es posible que haya microorganismos dañinos para nuestra salud.
La presencia de burbujas dentro al abrir se trata de un signo de presencias de bacterias en el interior. Las burbujas generalmente indican algún tipo de fermentación, un proceso bacteriano que está bien si es intencionado, como en los encurtidos, pero no si este proceso no está controlado.
La presencia de espuma es el indicador de actividad bacteriana. El botulismo y otras bacterias perjudiciales pueden sobrevivir, incluso propagarse, en ambientes con muy poco oxígeno, como es el caso de los alimentos enlatados. No se trata de la espuma que se puede producir al lavar la conserva, por ejemplo, en las legumbres, sino a aquella que aparece al abrir la lata.
ALMACENAMIENTO CORRECTO Y REVISIÓN DE LA DESPENSA
La vida de una conserva, aunque se piensa que es muy larga, es relativa, todo tiene fecha de caducidad. Al envase de una conserva puede pasarle una larga serie de circunstancias que hagan que se deteriore el poder aislante del entorno y, como consecuencia, que su contenido se eche a perder.
Si queremos evitar sorpresas desagradables es muy importante conservar las latas y los botes de conservas en lugares frescos y secos.
Estas son las mejores condiciones en las que se deben almacenar para que no se desgaste su envase.
Además, no está de mal que de vez en cuando revisemos nuestra despensa y hagamos inventario de lo que tenemos.
